sábado, 10 de noviembre de 2012

HISTORIA DE UNA TERTULIA Y UN POEMA: "TABERNA", POR EL POETA PERE BESSÓ

Josep Mir, Pere Bessó, Elvira Quintero y Ángela Moreno Gutiérrez





HISTORIA DE UNA TERTULIA Y UN POEMA: "TABERNA", POR EL POETA PERE BESSÓ




Querido André: Esta foto tiene, además de su historia y protagonismo, un refrendo, el de la amistad, a pesar de la distancia, a través de tu poema. Quiero que poseas algunos datos que muestren la importancia de la imagen, pese a lo que no puede de sí contextualizar. Era sábado y ese fin de semana coincidía con que Ángela bajaba de Reus a Mislata y, a través de Emilio (email) me había manifestado su deseo de que nos viéramos, saludable práctica para conversar de poesía y otros efímeros (en una de esas charlas en "El Cafetal" de Mislata le hablé por vez primera de ti y de la importancia de que conectara contigo, ya ves). Coincidía con el hecho de la estancia de la poeta colombiana Elvira Alejandra Quintero -la Aleja de alguna de mis traducciones- en nuestra ciudad. Así que aproveché la ocasión para que Ángela la tratara. Ya en Valencia y realizadas las gozosas presentaciones, nos encaminamos desde la parada del metro de la calle Játiva, junto a la Estación de la RENFE, maravilla modernista,  hacia la Lonja y la zona de baretos y tugurios, pues deseaba que conocieran ambas un rincón -Xènia- en donde podríamos compartir charla, poemas, libros dedicados y vinitos de la Font de la Figuera con tomatitos en aceite, a la manera que se conservan en tinajas a lo largo del Mediterráneo, desde acá, a Túnez, Sicilia, Grecia o Istambul... El azar quiso que en un cruce de semáforos próximo al edificio Octubre, patrimonio de la catalanidad de Valencia, nos encontrásemos con Josep Mir, uno de los poetas que conforma conmigo un buen pedazo de la historia de las tertulias de La Forest d'Arana. De nuevo presentaciones, una primera parada en terraza de calleja peatonal y la entrega de Mir de tres poemarios dedicados de un antiguo premio de la Fiesta de Elx, que acababa de adquirir, pues a él ya no le quedaban ejemplares. Ni qué decir tiene que habrá de volver a comprar de nuevo ejemplares de su propio poemario. Cruel destino el del poeta! Una hora y media más tarde estábamos detrás de la Lonja, en la plaza de Lope de Vega, y de camino al lugarcillo del 'Xènia', en donde nos atendió Iulia, una gozada de propietaria, de origen italiano, pero establecida acá y que habla el catalán valenciano como los ángeles. Allí, tras el consabido ritual, acabamos tomando 'esgarrat' y jamón, además de unas olivas del piquillo que eran de glorificar. Del 'esgarrat'  -hilos de bacalao y tiras de pimiento asado con su adobe de aceite, sólo te diré que te emplazo a probarlo cuando vengas por acá. Más tarde, seguiríamos, a las cuatro de la tarde, no lejos de allí en un antiguo ultramarinos reconvertido, un escondite regentado por un italiano afincado también acá que tiene buenos vinos hispanos, lusos e itálicos. Allí saboreamos la improvisada sobremesa. Cuando nos despedimos, a media tarde todos regresamos, como dejó escrito Berceo, cada 'quisqui a su lugar'. Elvira, alborozada, a casa de su hija en Alboraya, una localidad cercana, famosa por su 'orxata' o leche de chufas, y nosotros tres a Mislata, con una certeza absoluta: desde entonces y por edad, a Pere Bessó le acompañarían en el reconocimiento poético Josep Mir, unos años más joven que yo y, por fin, una jovencísima dulzor  -por hacer bueno el dicho que nohay dos sin tres...- Ángela/Àngels Moreno.                



TAVERNA





A Pere Bessó, Ángela Moreno Gutiérrez,
Elvira Alejandra Quintero, Josep Mir





Al voltant de la plaça s’albira també el joc de les paraules el relleu del poema sobre l’antull de la saliva: aplega l’erecció del vent en les fulles mediterrànies les virtuts de l’alfabet en els poders de l’aire vosaltres inalienables amb els poders descreguts de les enfiladisses al punt de jugar a la rigorositat dels somnis —en l’omnipresència també aprenc la lliçó del vi la copa de vi en la despulla del text les blanques recompenses de la mà que encara conserve en la fusta del paper dia redó el llit trastornat de la llum en l’afany de defensar el foc de les hortènsies quan el cel canvia a  la  rebel·lia fèrtil  de la llum: el poema es torna tempesta en l’anàfora de la botella desenterrada de les caves del territori dels somnis: aquesta verema en hàbit com en deia en Francisco de Quevedo ens dóna un paisatge de carrers i temps tots els cellers del vers en la tinta cremada de la cal·ligrafia tots els calendaris de colp en l’espiga del riure tots els dies fugitius de fotografies — tu Ángela Pere Elvira Josep i l’aforisme del fullatge en els trens que viren al sens fi de les paraules les claus de les parpelles tirades en la fulla de la set en l’ardor viu dels temps transcorreguts del riu que puja errant per l’escalera del joc d’andanes impossibles —enmig del balafiament de la tinta naixent de la tasca de l’aigua encantada la ciutat errant dels solcs i les bugaderies del sintagma de les estrelles i el ferment de la ranera a comptegotes de la fruïció dels raïms un dia és tan sols l’eternitat del poema la immolació perpètua sobre les branques de l’ebriesa potser la certesa que encara respirem el moment efímer del gra de l’alba

Baratària, 04.XI.2012




TABERNA





A Pere Bessó, Ángela Moreno Gutiérrez,
Elvira Alejandra Quintero, Josep Mir





Alrededor de la plaza se vislumbra también el juego de las palabras el relieve del poema sobre el antojo de la saliva: viene la erección del viento en las hojas mediterráneas las virtudes del alfabeto en los poderes del aire vosotros  inalienables con los poderes descreídos de las enredaderas   al punto de jugar a la rigurosidad de los sueños —en la  omnipresencia también aprendo la lección del vino la copa de vino en el despojo del texto las blancas recompensas de la mano que aún conservo en la madera del papel día redondo el cauce trastornado de la luz en el afán de defender el fuego de las hortensias cuando el cielo cambia a  la  rebeldía fértil  de la luz: el poema se vuelve tempestad en la anáfora de la botella desenterrada de las cavas del territorio de los   sueños: esta vendimia en hábito como decía don Francisco de Quevedo nos da un paisaje de calles y tiempo todas las bodegas del verso en la tinta quemada de la caligrafía todos los calendarios de golpe en la espiga de la risa todos los días fugitivos de fotografías — vos Ángela Pere Elvira Josep y el   aforismo del follaje en  los trenes  que viran al sinfín de las palabras las llaves de los párpados tiradas en la hoja de la sed en el ardor vivo de los tiempos transcurridos del río que sube errante por la escalera del juego de andenes imposibles —en medio del derroche de la tinta naciente de la labor del   agua encantada la ciudad errante de los surcos y las lavanderías del sintagma de las estrellas y el fermento del   estertor a cuentagotas de la fruición de los racimos un día   es solo la eternidad del poema la inmolación perpetua sobre las ramas de la embriaguez acaso la certeza de que todavía   respiramos el momento efímero del grano del alba

Barataria, 04.XI.2012